MALLINES DE PATAGONIA. CUIDAR LOS QUE QUEDAN, RECUPERAR LOS PERDIDOS
Por su abundancia de agua y forraje, los mallines patagónicos son ambientes muy valiosos para la producción ganadera. Brindan, además, numerosos servicios ecosistémicos a toda la sociedad. Manejarlos de forma correcta garantiza su conservación. Recuperar los degradados beneficia a toda la región.
Los mallines son ambientes azonales que se destacan, frente a la aridez de la estepa que los rodea, por su gran disponibilidad de agua y pastos tiernos. Se encuentran siempre vinculados a una fuente de agua, que puede ser permanente o transitoria, proveniente de un cauce, vertientes o por el ascenso de la napa freática. Cubren entre un 2 y un 8% de la superficie, variando el porcentaje en función del área ecológica que se considere.
La mayor densidad de mallines se presenta en las nacientes de las cuencas hídricas, en cordillera y paisajes serranos.
En general presentan dos zonas. Una más húmeda, próxima a la fuente de agua, que permanece inundada una parte del año, con suelos ricos en materia orgánica y raíces, y con vegetación dominada por higrófilas (ciperáceas) acompañadas por abundantes gramíneas y leguminosas. Y una zona menos húmeda, en los bordes o periferia del mallín, con suelos menos orgánicos y abundancia de pastos y otras hierbas.
Producción forrajera y servicios ecosistémicos
La vegetación de los mallines tiene una producción de forraje varias veces superior a la de la estepa que lo circunda. La producción comienza a fines de primavera y, por su mayor disponibilidad de agua, en el sector húmedo es mayor y más extendida hacia el verano que en la periferia del mallín. Además, la calidad del forraje es mayor en ese sector.
Los valores habituales de producción anual de forraje en el sector húmedo son mayores a los 2.000 kgMS/ha, alcanzando 5.000 y hasta 10.000 kgMS/ha en los mejores conservados. En la periferia de los mallines en buena condición, los valores anuales rondan la mitad de los del sector húmedo. La degradación de estos ambientes disminuye drásticamente la producción de forraje, llegando a valores menores a los 1.500 y 500 kgMS/ha en los sectores húmedo y periférico respectivamente.
Por ubicarse en nacientes o a lo largo de la cuenca, los mallines regulan la cantidad y calidad del agua que circula, evitando que los excesos hídricos erosionen el suelo. También, por el alto contenido de materia orgánica de sus suelos, son considerados sumideros de carbono, favoreciendo la deposición desde la atmósfera. Además son fuente de refugio y alimento para numerosas especies de insectos, aves y otros animales, aportando a la conservación de la biodiversidad.
Degradación, recuperación y buenas prácticas
El sobrepastoreo disminuye la cobertura vegetal y expone al suelo a la erosión hídrica y a la acumulación de sales en superficie.
La formación de cárcavas y la salinización aridizan el ambiente, favoreciendo el predominio del suelo desnudo y el cambio de las especies naturales del mallín por otras menos productivas o propias de la estepa.
Estos problemas, si no se controlan en forma temprana, comienzan a expandirse aguas arriba y abajo, pudiéndose extender a toda la extensión del mallín. La clausura al pastoreo, el control de cárcavas, la redistribución del agua mediante canales en curvas de nivel y la intersiembra para recuperar la cobertura son algunas técnicas apropiadas para la recuperación del mallin y sus servicios ambientales.
El manejo del pastoreo a través del uso de cargas adecuadas permite lograr buenos índices de producción animal conservando en buen estado la vegetación del mallín.
El apotreramiento mediante el uso de alambrado eléctrico y el pastoreo rotativo mejoran la distribución y homogeneidad de uso del recurso, incrementando la eficiencia y las alternativas de utilización.
Actualmente, la cartera programática del INTA trabaja en diferentes aspectos de los mallines. Desde la cartografía hasta el desarrollo de sistemas de monitoreo a largo plazo, la generación y difusión de buenas prácticas de utilización y manejo y la transferencia de tecnología para la recuperación de mallines degradados.