INDICE

Oct - Nov 2021  

Número 176

 

Lic. Mariano  Lattari 
Biólogo del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA)
mlattari@senasa.gob.ar

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SUSTENTABLES POR NATURALEZA. Bioinsumos agropecuarios: su contribución al desarrollo de agroecosistemas sustentables

La disposición de herramientas biotecnológicas para el desarrollo de agroecosistemas sustentables hoy crece sostenidamente. Éstas complementan las tecnologías de procesos e insumos utilizadas actualmente para las diversas producciones agropecuarias del país. Así, los Bioinsumos Agropecuarios emulan los procesos ecológicos (entre los que se destacan los “servicios ecosistémicos”) necesarios para el funcionamiento y productividad de los agroecosistemas, a fin de poder desarrollarse de forma genuinamente sustentable.

De los ecosistemas naturales a los agroecosistemas

Desde tiempos inmemoriales, las civilizaciones han modificado los ecosistemas naturales (EN) con el fin de desarrollar las diversas actividades agropecuarias, dando lugar a cambios estructurales y funcionales que conllevan la modificación de los flujos de energía y nutrientes con una finalidad netamente extractiva. 

Como consecuencia de ello, dichos ecosistemas adquirieron una nueva configuración de tipo social, económica, agronómica y ecológica, la cual definimos como Agroecosistemas (AE). Sin embargo, los procesos ecológicos básicos de los ecosistemas naturales (tales como el flujo de materia y energía, la competencia intra e interespecífica por los recursos, etc.) aún persisten en los AE, pero superpuestos con otros procesos de regulación externa inducidos por el ser humano, tales como los aportes energéticos, sanitarios y nutricionales, entre otros.

Es importante destacar que los agroecosistemas son sistemas esencialmente “abiertos”, que se mantienen en un equilibrio dinámico con el ambiente debido al aporte permanente de energía (combustible, radiación solar, etc.), de materia (maquinaria, insumos, etc.) y de información (tecnología, conocimientos, etc.). 



Si estos aportes se interrumpen, el AE tiende hacia etapas de la sucesión ecológica avanzadas de los EN, disminuyendo su productividad. Por lo tanto, el mantenimiento de los estados sucesionales ecológicos tempranos en los agroecosistemas para lograr una máxima productividad, conlleva ir a “contramano” de la tendencia natural, para lo cual se requiere invertir en tecnologías de procesos e insumos, preferentemente de condición sustentables. 

Entre las más destacadas, podemos mencionar a los Bioinsumos Agropecuarios (Lattari, M. CPIA Agropost Jun-Jul 2020-N° 168), considerados como herramientas biotecnológicas que se corresponden con servicios ecosistémicos tales como la biopolinización, el ciclaje y la disposición de nutrientes, y el control natural de plagas, entre otros. 

Esencialmente nos referimos a todo aquel producto manufacturado biotecnológicamente para ser utilizado en la producción agropecuaria-agroindustrial-agroalimentaria, y que esté constituido por organismos vivos o sus derivados, tales como microorganismos (hongos, bacterias, virus,), macroorganismos (nematodos, ácaros e insectos benéficos), extractos de plantas y compuestos derivados de origen biológico o natural (Lattari, M. 2020. CPIA Agropost Jun-Jul 2020-N° 168). En pocas palabras y sin temor a equivocarnos, podemos inferir que la naturaleza nos brinda las herramientas para enfrentar los desafíos que nos plantean las diversas actividades agroproductivas.

Asimismo y no menos importante, un concepto que se asocia a los agroecosistemas es el de la sustentabilidad, ya que éste puede considerarse genuinamente sustentable cuando es capaz de mantener en el tiempo un flujo de bienes y servicios que satisfagan las necesidades alimenticias, socioeconómicas y culturales de la población dentro de los límites biofísicos que establece el correcto funcionamiento de dicho AE (Sarandón et al., 2006), evitando/minimizando el impacto negativo al ambiente en sentido amplio.



Ahora bien, en el caso particular de las tecnologías (de procesos y/o de insumos) a invertir en los AE, cuanto más sustentables sean (tanto en su condición como en su utilización), más sustentables serán los bienes y servicios que se obtengan a partir de ellos. Por lo tanto, podemos concluir que los bioinsumos agropecuarios contribuyen en gran medida con la sustentabilidad de los agroecosistemas, tal como se describe a continuación.

Agroecosistemas sustentables y bioinsumos

El desarrollo de agroecosistemas sustentables requiere el cumplimiento de una serie de condiciones sociales, culturales, económicas y ecológicas (Sarandón & Flores, 2014*) en las cuales los bioinsumos agropecuarios -en adelante, los bioinsumos-, realizan una importante contribución. 
De acuerdo con los autores mencionados, los agroecosistemas sustentables deberían ser:

>  Suficientemente productivos
Para esta condición, los bioinsumos realizan una gran contribución ya que, tanto en combinación con insumos de síntesis química como en su reemplazo, los rendimientos promedios no se ven afectados. Asimismo, ante eventos de estrés ambiental (hídrico y/o térmico) ciertos bioinsumos evitan pérdidas de rendimiento, contribuyendo con la resiliencia del sistema.

>  Económicamente viables
Los bioinsumos para esta condición contribuyen al menos en dos aspectos:

- En la medida en que los sistemas productivos aprovechan los servicios ecosistémicos que están asociados (por ejemplo, el control biológico natural de plagas en una producción frutihortícola), se requiere un menor aporte externo de insumos (al menos de fitosanitarios, de acuerdo al ejemplo mencionado), con el consiguiente ahorro económico.

- Por otra parte, los bioinsumos permiten desarrollar sistemas productivos con atributos de calidad específicos (como la producción orgánica) incrementado el agregando valor y el acceso a los mercados, particularmente los internacionales.

>  Ecológicamente adecuados (conservando la base de los Recursos Naturales y preservando la integridad del ambiente a nivel local, regional y global).
En esta condición, los bioinsumos realizan su mayor aporte por su correspondencia con numerosos servicios ecosistémicos, por lo que pueden considerarse (como se denomina coloquialmente) amigables con el ambiente.

>  Cultural y socialmente aceptables
En lo que respecta a la condición cultural, los bioinsumos (particularmente en el caso de las formulaciones “intraprediales”) se corresponden con prácticas culturales e incluso ancestrales de quienes los utilizan (obviamente destacando el cumplimiento de requerimientos de inocuidad y calidad, tanto en su elaboración como en su utilización). Mientras que, en lo que respecta a la condición social, su contribución radica principalmente en su aceptación por parte de los consumidores ya que su utilización no implica riesgos a la salud (tanto de las personas como al ambiente per se).

A modo de síntesis

Como hemos mencionado, los agroecosistemas son “sistemas abiertos” en donde hay una serie de recursos que ingresan (radiación solar, agua, nutrientes) y una serie de productos que egresan (producción agropecuaria, flujos de carbono, agua, nutrientes, etc.). 
Al imitar numerosos servicios ecosistémicos que se dan en los AE, los Bioinsumos Agropecuarios complementan y fortalecen los procesos ecológicos necesarios para el funcionamiento y productividad de los mismos. Por lo tanto tienen un papel destacado en el diseño y manejo de agroecosistemas sustentables, particularmente en el marco de las Buenas Prácticas Agropecuarias (BPA).

Además, estas herramientas de base biológica generalmente no están asociadas a toxicidad humana ni generan impactos negativos en el ambiente por lo cual no implican riesgos para la salud del ambiente ni de las personas. 
En consecuencia, permiten obtener productos agroalimentarios inocuos y de calidad, ya sea tanto para las producciones convencionales como para las que presentan atributos de calidad específicos, como es el caso de la producción orgánica. 

Asimismo, es importante destacar que los bioinsumos permiten reconciliar intereses dentro de los diferentes esquemas de producción (ya sean convencionales como agroecológicos), ofreciendo una solución holística para mantener e incrementar el acceso a los mercados, particularmente a nivel internacional.

Sin embargo, para asegurar la efectividad y un manejo adecuado de los bioinsumos, se requiere conocer sus características, precauciones en cuanto al uso y modos de acción. La capacitación y acompañamiento al sector productivo es fundamental. Para asegurar la inocuidad, calidad y eficacia de los productos comerciales en base a bioinsumos agropecuarios, éstos deben estar registrados en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).

Por lo expuesto podemos concluir que, sin lugar a dudas, los Bioinsumos Agropecuarios constituyen herramientas biotecnológicas que por sus prestaciones tienen un papel destacado en el desarrollo de los agroecosistemas, contribuyendo a la salvaguarda del patrimonio zoofitosanitario y la calidad e inocuidad de los alimentos en un marco productivo, socioeconómico y ambientalmente sustentable.

* Agroecología: bases teóricas para el diseño y manejo de agroecosistemas sustentables / Santiago Javier Sarandón ... [et.al.] ; coordinado por Santiago Javier Sarandón y
Claudia Cecilia Flores. - 1a ed. - La Plata: Universidad Nacional de La Plata, 2014.
E-Book: ISBN 978-950-34-1107-0