LA EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL UN INSTRUMENTO DE GESTIÓN PÚBLICA
La creciente gravedad y difusión de los problemas ambientales afecta a las distintas regiones del planeta y constituye un desafío creciente para la gestión pública. Este artículo desarrolla cómo los distintos organismos locales e internacionales se organizan para adquirir nuevos métodos y herramientas que les permitan adoptar prácticas más sostenibles y amigables con la naturaleza.
Las consecuencias del modelo productivo sobre el ambiente, adquieren una preocupación generalizada. Es a partir de esta situación, que tanto los gobiernos, como las agencias encargadas de fomentar el desarrollo y los habitantes del mundo entero advierten sobre la necesidad de revertir el deterioro ambiental. En esa línea, tanto los sectores más concientizados de la comunidad (nucleados localmente en Organizaciones no Gubernamentales, ONG´s) como las diferentes naciones del mundo han propugnado en las últimas décadas conceptos alternativos de desarrollo con la expectativa de armonizar las relaciones entre la sociedad y la naturaleza.
La sustentabilidad del desarrollo a nivel mundial
En la historia humana reciente, las intervenciones humanas sobre buena parte de los ecosistemas, han demostrado carecer de estrategias, políticas y acciones compatibles con las ideas de desarrollo sostenible. La definición de desarrollo sostenible que se cita con mayor frecuencia es la propuesta por la Comisión de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo conocida también como Comisión Brundtland, en 1987. En su informe a la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulado “Nuestro Futuro Común”, la Comisión definió “el desarrollo sostenible como el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las propias”. Este paradigma involucra distintas dimensiones de la sustentabilidad como la ecológica, social, económica y política.
Más allá de las distintas interpretaciones que posee la concepción de desarrollo sustentable, existe una coincidencia general en que este tipo de desarrollo conforma un proceso de integración sinérgica, interacción y coevolución entre los subsistemas económicos, sociales, físicos y ambientales, de modo tal que garanticen el bienestar de la población a largo plazo, manteniendo un equilibrio con las áreas circundantes y contribuyendo a reducir los efectos nocivos sobre la biosfera.
En mayor o menor medida, estos alcances se plasman en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), definidos en la Cumbre para el Desarrollo Sostenible celebrada en 2015. En dicha Cumbre, los Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible tendiente a disminuir la pobreza, luchar contra la desigualdad y la injusticia y hacer frente al cambio climático. Estos objetivos constituyen los desafíos más apremiantes de nuestro tiempo y comprender sus interacciones puede ayudar a priorizar las opciones de políticas efectivas y eficientes.
Instrumentos de gestión ambiental en Argentina
En Argentina, el artículo 41º de la Constitución Nacional establece que “todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras, y tienen el deber de preservarlo”. Pero ¿cómo se puede alcanzar la sustentabilidad del desarrollo? Existen diferentes maneras, entre ellas, los instrumentos de gestión ambiental constituyen un punto de partida interesante para lograr objetivos de sustentabilidad.
En ese sentido, la Ley General del Ambiente Nº 25.675 sancionada en 2002 establece los presupuestos mínimos1 para el logro de una gestión sustentable y adecuada del ambiente, la preservación y protección de la diversidad biológica y la implementación del desarrollo sustentable.
Dicha ley menciona, en su artículo 8º, los instrumentos de política y gestión ambiental: 1. el ordenamiento ambiental del territorio; 2. la evaluación de impacto ambiental; 3. el sistema de control sobre el desarrollo de las actividades antrópicas, 4. la educación ambiental; 5. el sistema de diagnóstico e información ambiental; y 6. el régimen económico de promoción del desarrollo sustentable.
La evaluación de impacto ambiental
Entre los instrumentos mencionados, la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) constituye un procedimiento para el control preventivo de futuras acciones o proyectos, apoyada en la realización de estudios técnicos sobre los cambios que generan las acciones humanas sobre el ambiente.
Surge como un instrumento de política pública de tipo preventivo cuya dimensión técnico-metodológica permite la identificación, predicción, valoración e interpretación de los cambios cuali-cuantitativos que los factores ambientales pudieran sufrir ante distintas intervenciones.
Asimismo, conforma sólidas bases para prevenir, corregir, mitigar o compensar los impactos ambientales. En su conceptualización, al tratarse de un instrumento preventivo, asume un carácter proactivo evitando impactos potenciales indeseables de las actividades humanas.
Los ecosistemas reaccionan a las acciones humanas de acuerdo con la naturaleza de la acción y con su propia dinámica interna. Estas respuestas pueden producir efectos directos o indirectos sobre el sistema ecológico y también sobre el socioeconómico, afectando las distintas dimensiones de la sustentabilidad.
En función de lo anterior, es importante aclarar que con el término impacto se define la alteración (positiva o no) que introduce una actividad humana en su "entorno". Este último concepto identifica la parte del medio afectada por la actividad, o más ampliamente, la que interacciona con ella. Dicha alteración mide la diferencia entre la evolución que tendría el entorno, o alguno de los factores, en ausencia de la actividad y la que tendría en presencia de ésta2.
Partiendo de esa conceptualización, los impactos ambientales originados por las acciones humanas pueden manifestarse en tres facetas: i. la modificación de alguno de los factores ambientales o bien, del sistema ambiental; ii. la modificación del valor del factor alterado o del sistema ambiental y; iii. los efectos de dichas modificaciones en el ambiente, incluyendo la salud y el bienestar humano. El instrumento de EIA permitirá dar cuenta de estas modificaciones para evitar, reducir, mitigar o corregir los efectos.
El estudio de impacto ambiental
Como se desprende de lo anterior, el procedimiento de evaluación de impacto ambiental incluye la realización de un Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) que tiene por objeto identificar los impactos del emprendimiento sobre los distintos factores ambientales. Se trata de un estudio técnico, de carácter interdisciplinar que, incorporado en el procedimiento de EIA, está destinado a predecir, identificar, valorar y corregir las consecuencias o efectos ambientales que determinadas acciones pueden causar sobre la calidad de vida de la población y su entorno3.
El EsIA incluye diferentes etapas y metodologías en su desarrollo y contiene, entre otros aspectos, un Plan de Gestión Ambiental (PGA), para dar respuesta a cada uno de los impactos generados por la actividad. De esta manera, procedimiento y estudio de impacto conforman un cuerpo de conocimientos interdisciplinario que ayuda a concebir y desarrollar los proyectos internalizando los costos ambientales.
Finalmente, profundizar en el conocimiento de este instrumento y en las distintas fases implicadas en el estudio técnico, permite avanzar en el desarrollo de actividades basadas en los principios de la sustentabilidad.
La implementación de instrumentos de gestión ambiental como el presentado en este caso, asumiendo una perspectiva interdisciplinar, constituye un reto clave para el desempeño profesional.
1) Se entiende por presupuesto mínimo, establecido en el artículo 41º de la Constitución Nacional, a toda norma que concede una tutela ambiental uniforme o común para todo el territorio nacional, y tiene por objeto imponer condiciones necesarias para asegurar la protección ambiental. En su contenido, debe prever las condiciones necesarias para garantizar la dinámica de los sistemas ecológicos, mantener su capacidad de carga y, en general, asegurar la preservación ambiental y el desarrollo sustentable.
2) GÓMEZ OREA, D. (1999). Evaluación de Impacto Ambiental; un instrumento preventivo para la gestión ambiental. Madrid: Ediciones Mundi-Prensa y Editorial Agrícola Española, S. A. Madrid.
3) CONESA FERNÁNDEZ-VÍTORA, V. 2010. Guía metodológica para la evaluación de impacto ambiental. Cuarta Edición. Madrid: Ediciones Mundi-Prensa.