PAGO POR SERVICIOS ECOSISTÉMICOS PROPUESTA PARA LA REGULACIÓN HÍDRICA
Consideramos servicios ecosistémicos a los beneficios que las poblaciones humanas obtienen directa o indirectamente de los ecosistemas. En las últimas décadas, este concepto ha representado uno de los ejes de la discusión de la problemática ambiental. Este artículo expone cómo funcionaría un eventual esquema PSE que favorezca una provisión apropiada del SENC regulación hídrica que brindan los humedales en el medio rural.
Los productores agropecuarios proveen varios servicios ecosistémicos que son valiosos para la sociedad. Por un lado, los servicios ecosistémicos comerciales (SEC) son reconocidos por el mercado, vía precios. Tal es el caso de productos destinados a la alimentación, fibras y biocombustibles, etc. Por otro lado, los servicios ecosistémicos no comerciales (SENC) no cuentan con un mercado, por su naturaleza de bienes públicos y, por tanto, tampoco con un precio. A modo de ejemplo, se pueden mencionar la regulación del clima, la regulación del ciclo del agua, el hábitat para biodiversidad, el paisaje, etc.
Debido a fallas o la inexistencia de mercado, los SENC no generan costos o ingresos económicos para el productor. En este sentido, se los denominan “externalidades”. Se observa por tanto, que las decisiones de producción se concentran en la provisión de SEC, en desmedro de los SENC. Este sesgo en las decisiones de producción de los servicios ecosistémicos ha significado una disminución en la provisión de los SENC, con distintos efectos negativos sobre el bienestar de diferentes comunidades.
Este malestar padecido por distintos grupos sociales ha derivado en una mayor conciencia social, que ha incrementado la demanda de SENC e inducido a crear una mayor provisión de estos a través de diferentes políticas. Dichas políticas buscan conservar y/o incrementar la provisión de SENC mediante regulaciones y estándares, prohibiciones, sanciones e incentivos de mercado. Hay un grupo dentro de estos últimos, que se focaliza en establecer un precio para los SENC de manera que el productor lo incluya en sus decisiones de producción: los esquemas de pago por servicios ecosistémicos (PSE).
Los esquemas PSE se desarrollan como una alternativa política para la conservación del ecosistema y la provisión de SENC. Este enfoque muestra una marcada irrupción a partir del año 2005, con numerosas y diversas experiencias de aplicación hasta el presente que incluyen, a modo de ejemplo, la provisión de agua (pobladores urbanos pagan para mantener la cuenca alta conservada para la provisión de agua para potabilizar), protección de biodiversidad y secuestro de carbono (a partir de la conservación de bosques o forestación) y la recuperación de áreas degradadas con prácticas silvopastoriles, entre otras.
En la región pampeana, en cuencas cerradas u ocasionalmente abiertas (ante eventos extremos de precipitaciones) los humedales brindan un SENC de regulación hídrica que evita cortes de caminos, inundaciones temporarias, daños a infraestructura y cuerpos de agua por erosión o sedimentación.
Debido a la inexistencia de un precio para este SENC, hay un incentivo importante para convertir los humedales a tierras de cultivo (drenar) o no conservarlos, generándose erosión de suelo-sedimentación, canalización y trasvase de los excedentes hídricos cuencas abajo. Los riesgos a futuro pueden ser aún mayores debido a la creciente vulnerabilidad de las cuencas cerradas, y los incrementos en la frecuencia e intensidad de eventos extremos de precipitaciones debido al cambio climático.
En el sur de Córdoba particularmente, los productores agropecuarios son víctimas y victimarios de las externalidades asociadas a la pérdida del SENC de regulación hídrica de los humedales y de la erosión de suelo.
Un esquema de PSE puede constituir una alternativa de política que contribuya al ordenamiento de una cuenca con problemas de erosión de suelo-inundaciones, que valorice e internalice el SENC de regulación hídrica que prestan los productores agropecuarios a partir de las acciones que desarrollan para la conservación de humedales.
El objetivo de este artículo, es exponer cómo funcionaría un eventual esquema PSE que favorezca una provisión apropiada del SENC regulación hídrica que brindan los humedales en el medio rural.
Esquema de pago por servicios ecosistémicos
El esquema de PSE debe definir de manera precisa: i) la naturaleza del SENC provisto en calidad y cantidad, ii) los oferentes del SENC (quienes reciben el pago), iii) los demandantes del SENC (quienes realizan el pago), iv) las reglas para acordar el precio del SENC, y v) el mecanismo para fiscalizar y monitorear el funcionamiento del esquema de PSE. Los conceptos i) a iv) se explican a continuación con un caso hipotético desarrollado para facilitar la exposición, comprender la naturaleza del problema y del esquema de PSE.
El esquema de PSE se considera para una cuenca hipotética de 20.000 ha cerrada, menos de 3% de pendiente, suelos de aptitud agrícola, y una pequeña porción con humedales que contiene históricamente los excedentes hídricos. Dos tipos de servicios ecosistémicos: SENC regulación hídrica y otros servicios ecosistémicos: incluye las tierras con agricultura, caminos rurales, zonas urbanas, etc. La tierra con agricultura suele ser más del 90% de la tierra de la cuenca. Para las estimaciones se usan datos de las cuencas de los arroyos menores del sur de Córdoba.
Naturaleza del SENC: regulación hídrica. En las lluvias extremas, los excedentes hídricos se conducen en los canales (desagüe) y se almacenan en las tierras (ecosistemas) con humedales naturales o construidos (microembalses y reguladores de escurrimientos). En período de escasa o ninguna lluvia, se descargan los humedales por evaporación, transpiración, recarga de napa, y restituye la capacidad de almacenamiento. El diseño del servicio considera una capacidad de soporte de los excedentes de escurrimiento superficial de precipitaciones máximas diarias menores de 120 mm, que tienen un período de recurrencia de 25 años. La capacidad de almacenamiento promedio es de 0,74 m-ha (7400 m3) en la red de desagüe-humedales.
Oferente del servicio: Los productores proveedores del SENC son aquellos propietarios de las tierras que soportan la red de desagüe-humedales. Los proveedores realizan las tareas para proveer y mantener el SENC asociado con la conservación del ecosistema y la capacidad de regulación hídrica (Ver Tabla 1, fila 1) asignando 1.400 ha o 1.924 ha de tierras para brindar el SENC, con o sin considerar respectivamente prácticas de conservación de suelo y agua en el resto de las tierras bajo cultivo.
La ausencia de prácticas de conservación de suelo y agua en las tierras de cultivo genera mayor nivel de escurrimiento hídrico requiriendo más tierras para la conservación de la red de desagüe-humedales que brindan el SENC.
Demandante del SENC: son los propietarios de tierras en la cuenca que descargan excedentes hídricos de sus tierras a las redes de desagüe-humedal. Por ejemplo, comunidades urbanas, la red de caminos rurales, y aquellos propietarios de tierras de cultivos o ganaderas.
Por consiguiente, la demanda del SENC agregado con o sin conservación suelo y aguas en tierras con otros servicios ecosistémicos representa una superficie total de 18.600 y 18.076 ha respectivamente (Tabla 1 tierra con otros servicios ecosistémicos).
Reglas del esquema del pago: en este punto mostramos simplemente cómo llegar a un precio por el servicio. El mismo debe cubrir los costos operativos del proveedor de los SENC, que incluye: i) el costo oportunidad de la tierra cedida a la provisión del SENC, ii) los gastos de mantenimiento y reparación del humedal-red de desagüe, y iii) los gastos de administración del esquema.
Los proveedores del SENC deberían recibir una compensación que cubra al menos el costo de oportunidad de la tierra cedida y los gastos de las tareas que realizan de mantenimiento y reparación del humedal-red de desagüe, que representan 1,2 t equivalente de soja por ha, y 0,12 t equivalente de soja por ha respectivamente.
Así, un propietario de tierras que provee el SENC de acuerdo a las condiciones que establece el esquema de PSE en cuanto a calidad y cantidad, debería cobrar al menos 1,32 t equivalente soja por hectárea cedida al SENC. Además, el esquema PSE requiere de administración, monitoreo y fiscalización.
Se incluye un gasto adicional del 5% sobre el total anterior para este concepto. Por lo tanto, el costo operativo anual del SENC para la totalidad de la cuenca se ubica entre $c 37 millones (1.941 t equivalente soja) y $c 51 millones (2.663 t equivalente soja) con o sin conservación de suelo en tierras con otros servicios ecosistémicos respectivamente (Ver Tabla 1, Costo SENC).
En tanto los que se benefician del SENC, para cubrir la totalidad del costo de operación para la provisión del SENC, deberían pagar en forma proporcional a la cantidad de tierra que posean en otros servicios ecosistémicos. Para este caso en particular, suponiendo que todos se benefician en la misma medida, se requiere un pago anual por parte de los beneficiarios de entre $c 2012 y $c 2.845 por ha (0,10 y 0,15 t equivalente soja/ha) con o sin conservación de suelo en las tierras con otros servicios ecosistémicos.
El caso desarrollado muestra que la asignación de un precio al SENC puede constituirse en una alternativa de política viable cuando oferentes y demandantes se ven mutuamente beneficiados. En este sentido, el costo de provisión del SENC contempló el máximo costo de oportunidad asociado a la cesión de tierras y las tareas de mantenimiento y reparación de la red de desagüe.
Si los productores agropecuarios de la cuenca en promedio perciben un daño económico por no disponer del SENC superior a 0,15 t equivalente de soja por ha, el beneficiario estaría dispuesto a pagar el precio determinado para el SENC. En contraste, si el productor percibe un daño por carecer del SENC menor de 0,10 t equivalente de soja por ha, no estaría dispuesto a adherir voluntariamente a un esquema de PSE.
En términos teóricos, el esquema de PSE puede resultar más flexible y eficiente económicamente en la asignación del uso de la tierra, si se lo compara con una política regulatoria que obligase al propietario de tierra a hacerse cargo del escurrimiento hídrico en la calidad precisada. En tal caso, por ejemplo, un productor con 100 ha de tierra de cultivo con adopción de prácticas de conservación de suelos en la cuenca, debe asignar 7 ha al SENC.
En contraste, en el esquema de PSE puede haber un productor no interesado en proveer el SENC, que prefiere destinar toda su tierra a cultivo, y paga a otros por el SENC. En tanto, otro propietario de tierra que tiene 100 ha localizadas estratégicamente para brindar el servicio, en contacto con un humedal, o con más capacidad para retener el agua, puede asignar más tierras al SENC y cobrar por el mismo. Inclusive cada productor puede ser oferente y demandante al mismo tiempo y solo pagar el gasto de administración.
Esta flexibilidad en la asignación de las tierras al uso más valorado por el propietario hace superior en términos de eficiencia económica al esquema de PSE a las regulaciones al menos en términos teóricos.
Conclusiones
Los esquemas de PSE constituyen una alternativa para conservar recursos y reconocer el valor de los SENC. El caso hipotético descripto, precisa la naturaleza del SENC provisto (regulación hídrica), la demanda y la oferta del SENC, establece los requerimientos de recursos naturales para su provisión y expone las condiciones para determinar un precio del proveedor SENC para garantizar la oferta del servicio, y un precio a pagar por los beneficiarios (demandantes del SENC).
Asimismo, el caso ilustrado demuestra como el ordenamiento integral de tierras en una cuenca hídrica presenta sinergias. En virtud de que la tierra es un recurso natural finito, se puede apreciar que si los beneficiarios del SENC realizan prácticas de conservación de suelo y agua en tierras con agricultura se requiere menos tierras asignadas para al SENC. Esto representa un poco más del 2.5% de la superficie de la cuenca (524 ha) a disposición para usos alternativos.
Para el caso hipotético se agregan como tierra en otros servicios ecosistémicos. Cabe destacar también la existencia de sinergias entre el SENC provisto por el esquema, y otros SENC muy relevantes (por ej. biodiversidad).
En síntesis, hay cierta urgencia en abordar los problemas de erosión-inundación-vulnerabilidad de las cuencas en la región pampeana. En este sentido, el esquema de PSE puede constituirse en una alternativa política a considerar, contribuyendo bajo ciertas condiciones a la recuperación de los SENC.
Sin embargo, el lector debe considerar que los valores, aunque basados en datos reales del sur de Córdoba, son hipotéticos y simplificados (un valor promedio de almacenamiento, una opción de conservación; otros servicios ecosistémicos integran tierra en agricultura, red de caminos, y zonas urbanas) para facilitar la exposición. Tampoco se explora el mecanismo institucional para administrar/fiscalizar el esquema de PSE. De todos modos, las ventajas del esquema de PSE invitan al desarrollo de experiencias piloto demostrativas para ajustar y protocolizar la naturaleza de un servicio profesional integral que ayude a realizar una gestión y uso más sostenible de los recursos naturales.